domingo, 27 de mayo de 2012



A ATAJAR LA CALLE

 Si la calle donde jugábamos no era muy ancha,podíamos ocuparla  de acera a acera.El juego consistía en cogernos de la mano, mientras cantábamos la canción, y avanzar con paso rápido.A veces, extendíamos nuestros brazos para así poder abarcar más espacio.Al llegar al antepenúltimo y penúltimo verso, hacíamos lo que dicen y al final nos poníamos de pie de un salto, a la vez  que decíamos el último.La canción dice así:

A atajar la calle,
que no pase nadie,
"na" más que mi abuela
vendiendo ciruelas.
Maravilla, maravilla,
que se hinque de rodillas,
que le de un besito al suelo.
¡Ay, que me muero!                                                                

                                                                             

domingo, 20 de mayo de 2012

Este juego me lo ha mandado  Carlos, al que le pedí que me enviara lo que recordara de su niñez.Gracias Carlos.

JUEGOS AL ANOCHECER
Se coge un melón cuco, que son los melones que no han madurado y no están dulces, y se le corta la tapa de arriba y se guarda.El melón se vacía de la pulpa de dentro.Luego se hacen dibujos a la cáscara traspasando esta.Se hacen dos agujeros contrapuestos en la parte de arriba del melón y otros dos a la tapadera que teníamos guardada y se coloca una vela, no muy grande, en el fondo del melón, pegándola con la misma cera caliente, derramada en el fondo, y se enciende la vela, colgando el melón de la mano con una cuerda que pase por los agujeros abiertos al melón.Este se saca a pasear por las calles, junto a otros niños que llevan otros melones, y se canta la canción:

Luna, lunera,
cascabelera,
debajo de la cama
tienes la cena:
cinco pollitos
y una ternera.
Para cantar esta canción, hacíamos dos hileras, una frente a la otra y normalmente de niñas, y una de nosotras salía al medio y con las manos en la cintura, moviendo las caderas y paso rápido, iba de una punta a otra.En la segunda estrofa, se paraba, y delante de la niña elegida, hacía lo que dice la canción.Salía esta niña y ella volvía con las demás, y vuelta a empezar.A la vez que se cantaba, se tocaban las palmas.Como no recuerdo bien, ni mal, cómo se lamaba la canción, la llamaré:

LA CANTINERITA

Yo soy la cantinerita,
niña bonita del regimiento,
que a todos mis soldaditos
llevo contentos.

Y cuando me ven pasar:
el saludo, media vuelta
y  salga usted a bailar.