viernes, 7 de julio de 2017
PUÑO PUÑETE
Varios niños cierran la mano en forma de puño y se va poniendo un puño encima del otro. El último en poner el suyo, es el que dice la retahila y, mientras la dice, da golpecitos suaves con su puño sobre los de los demás, y al decir la última línea da con fuerza, por lo que todos intentan quitar su puño para evitar ser golpeados.
Puño, puñete,
cascabelete,
quien no quite la mano
le doy un puñete.
viernes, 5 de mayo de 2017
YO SOY LA VIUDITA DEL CONDE LAUREL
Normalmente eran niñas las que jugaban, pero también podía haber niños. Se hace un corro y uno de ellos se coloca en el centro.El corro empieza a girar, mientras que el del centro canta la primera estrofa, la segunda la canta el corro, la tercera es un voluntario el que sale y poniéndose de rodillas delante del que está en el centro y cogiéndole la mano, la canta, y la pareja permanece en el centro cogida del brazo, mientras que la cuarta y última estrofa la canta el corro.Después la pareja vuelve al corro y sale otro niño al centro.
Hermosa doncella
que al prado venís,
a coger las flores
de mayo y abril.
Yo soy la viudita
del conde Laurel,
que quiere casarse
y no encuentra con quién.
Si quieres casarte
y no encuentras con quién,
escoge a tu gusto
que aquí tiene usted.
Escojo a esta rosa
con mucho cuidado,
que tiene pinchitos
y me pincha las manos.
Buen gusto has tenido
escogiendo a la rosa,
reina entre las flores
de mayo y abril.
Normalmente eran niñas las que jugaban, pero también podía haber niños. Se hace un corro y uno de ellos se coloca en el centro.El corro empieza a girar, mientras que el del centro canta la primera estrofa, la segunda la canta el corro, la tercera es un voluntario el que sale y poniéndose de rodillas delante del que está en el centro y cogiéndole la mano, la canta, y la pareja permanece en el centro cogida del brazo, mientras que la cuarta y última estrofa la canta el corro.Después la pareja vuelve al corro y sale otro niño al centro.
Hermosa doncella
que al prado venís,
a coger las flores
de mayo y abril.
Yo soy la viudita
del conde Laurel,
que quiere casarse
y no encuentra con quién.
Si quieres casarte
y no encuentras con quién,
escoge a tu gusto
que aquí tiene usted.
Escojo a esta rosa
con mucho cuidado,
que tiene pinchitos
y me pincha las manos.
Buen gusto has tenido
escogiendo a la rosa,
reina entre las flores
de mayo y abril.
sábado, 22 de abril de 2017
MÁS TRABALENGUAS
El cielo está enladrillado,
quién lo desenladrillará,
el buen desenladrillador que lo desenladrille,
buen desenladrillador será.
El perro de San Roque
no tiene rabo,
porque Ramón Ramírez
se lo ha cortado.
Querido Diego,
donde digo Digo,
no digo Digo
que digo Diego,
donde digo Diego,
no digo Diego,
digo digo.
Si tu gusto gustara del gusto
que gusta mi gusto,
mi gusto gustaría
del gusto que gusta tu gusto.
Pero como tu gusto
no gusta del gusto
que gusta mi gusto,
mi gusto no gusta del gusto
que gusta tu gusto.
Yo compré pocas copas,
pocas copas yo compré.
Como yo compré pocas copas,
pocas copas yo pagué.
Me han dicho que tú has dicho
un dicho que yo he dicho,
ese dicho está mal dicho,
pues si yo lo hubiera dicho,
estaría mejor dicho
que el dicho que a mi me han dicho
que tú has dicho que yo he dicho.
El cielo está enladrillado,
quién lo desenladrillará,
el buen desenladrillador que lo desenladrille,
buen desenladrillador será.
El perro de San Roque
no tiene rabo,
porque Ramón Ramírez
se lo ha cortado.
Querido Diego,
donde digo Digo,
no digo Digo
que digo Diego,
donde digo Diego,
no digo Diego,
digo digo.
Si tu gusto gustara del gusto
que gusta mi gusto,
mi gusto gustaría
del gusto que gusta tu gusto.
Pero como tu gusto
no gusta del gusto
que gusta mi gusto,
mi gusto no gusta del gusto
que gusta tu gusto.
Yo compré pocas copas,
pocas copas yo compré.
Como yo compré pocas copas,
pocas copas yo pagué.
Me han dicho que tú has dicho
un dicho que yo he dicho,
ese dicho está mal dicho,
pues si yo lo hubiera dicho,
estaría mejor dicho
que el dicho que a mi me han dicho
que tú has dicho que yo he dicho.
viernes, 17 de febrero de 2017
PARA JUGAR ENTRE DOS FILAS
Se hace un pasillo entre dos filas de niños. El que está en medio, se pasea entre las dos filas con las manos en la cintura mientras salta al pie cojito alternando el pie, a la vez que los demás cantan.Al terminar la canción, y por turno, previamente asignado, sale el siguiente:
La tonta Berenguela
güï, güí, güí,
como es tan fina
trico, trico, tri,
como es tan fina,
se pinta los colores
güí, güí, güí
con gasolina
trico, trico, tri
con gasolina.
Y su madre le dice,
güí, güí, güí
no hagas eso
trico, trico, tri,
no hagas eso,
que va a venir tu novio
güí, güí, güí
a darte un beso
trico, trico, tri
a darte un beso.
Mi novio ya ha venido
güí, güí, güí
y me lo ha dado
trico, trico, tri,
y me lo ha dado,
y me ha puesto el carrillo
güí, güí, güí
muy colorado
trico, trico, tri
muy colorado.
Se hace un pasillo entre dos filas de niños. El que está en medio, se pasea entre las dos filas con las manos en la cintura mientras salta al pie cojito alternando el pie, a la vez que los demás cantan.Al terminar la canción, y por turno, previamente asignado, sale el siguiente:
La tonta Berenguela
güï, güí, güí,
como es tan fina
trico, trico, tri,
como es tan fina,
se pinta los colores
güí, güí, güí
con gasolina
trico, trico, tri
con gasolina.
Y su madre le dice,
güí, güí, güí
no hagas eso
trico, trico, tri,
no hagas eso,
que va a venir tu novio
güí, güí, güí
a darte un beso
trico, trico, tri
a darte un beso.
Mi novio ya ha venido
güí, güí, güí
y me lo ha dado
trico, trico, tri,
y me lo ha dado,
y me ha puesto el carrillo
güí, güí, güí
muy colorado
trico, trico, tri
muy colorado.
sábado, 22 de octubre de 2016
viernes, 9 de septiembre de 2016
BOTAR LA PELOTA SOBRE LA PARED
1) Cada vez que se dice una línea, se tira la pelota contra la pared y se da una palmada delante:
Al topotó,
sentadito al sol,
con unas tijeritas
pelando a mi ratita.
2)En este caso,cada vez que la pelota es lanzada contra la pared, hay que dar una palmada delante y otra atrás:
Atrás y "alante",
me voy a comprar
unos guantes de cabritilla
para ir a Sevilla.
1) Cada vez que se dice una línea, se tira la pelota contra la pared y se da una palmada delante:
Al topotó,
sentadito al sol,
con unas tijeritas
pelando a mi ratita.
2)En este caso,cada vez que la pelota es lanzada contra la pared, hay que dar una palmada delante y otra atrás:
Atrás y "alante",
me voy a comprar
unos guantes de cabritilla
para ir a Sevilla.
domingo, 20 de marzo de 2016
CHISTE-CUENTO
Cuando estaba en la escuela, nuestra maestra Doña Carmen, nos lo contó con su voz agradable, pausada y potente y lo he titulado así, porque siempre me pareció que tenía algo de chiste y de cuento:
Érase una vez un matrimonio.Él era muy comilón, aparte de muy cabezón, y una noche , el marido le pidió a la mujer que le hiciera dos huevos fritos.La mujer le dijo que ya había comido mucho ese día y que solo le freiría uno.Él dijo que quería dos, la mujer que uno, y así, discutiendo que si dos, que si uno, se pasaron un buen rato, hasta que el marido sentenció:
-Como no me hagas dos huevos fritos, me muero.
-Pues muérete,pero yo no te frío dos, porque hoy has comido bastante, dijo la mujer.
Entonces, el marido se hizo el muerto y se lo hizo tan bien que hasta el médico lo atestiguó.
Llegó la hora del entierro y antes de salir de la casa, la mujer, dijo llorando:
-¡Ay, dejádmelo ver por última vez!
Se acercó al marido y, al oído, le dijo:
-Mira que te llevan, ¿cuántos te vas a comer?
-Dos, contestó el marido.
Camino del cementerio, la mujer pidió varias veces que le volvieran a permitir verlo por última vez.
Y siempre la misma pregunta y la misma respuesta.La mujer cada vez más angustiada y el marido, cada vez más enérgico:
-¿Cuántos te vas a comer?
-DOOOOS!
Al ver la mujer que su marido era capaz de llegar hasta el final, volvió a pedir llorando y gritando:
-¡Ay, dejádmelo ver por última vez!
Y, allí, al pie justo de la sepultura, la mujer, se arrodilló y desesperada, volvió a preguntar:
-¿Cuántos te comes?
-¡He dicho que DOS!, contestó el marido.
Entonces, ella le dijo:
-De acuerdo, te comerás dos.
(En aquellos tiempos, el cura y el sacristán acompañaban al difunto al cementerio, para darle el último responso allí.)
El marido, al escuchar que su mujer le freiría los dos huevos, se levantó y empezó a correr de un lado a otro, gritando:
-Dos me como, dos me como...
Y el sacristán que era cojo, decía:
-A mí no, a mí no...
Cuando estaba en la escuela, nuestra maestra Doña Carmen, nos lo contó con su voz agradable, pausada y potente y lo he titulado así, porque siempre me pareció que tenía algo de chiste y de cuento:
Érase una vez un matrimonio.Él era muy comilón, aparte de muy cabezón, y una noche , el marido le pidió a la mujer que le hiciera dos huevos fritos.La mujer le dijo que ya había comido mucho ese día y que solo le freiría uno.Él dijo que quería dos, la mujer que uno, y así, discutiendo que si dos, que si uno, se pasaron un buen rato, hasta que el marido sentenció:
-Como no me hagas dos huevos fritos, me muero.
-Pues muérete,pero yo no te frío dos, porque hoy has comido bastante, dijo la mujer.
Entonces, el marido se hizo el muerto y se lo hizo tan bien que hasta el médico lo atestiguó.
Llegó la hora del entierro y antes de salir de la casa, la mujer, dijo llorando:
-¡Ay, dejádmelo ver por última vez!
Se acercó al marido y, al oído, le dijo:
-Mira que te llevan, ¿cuántos te vas a comer?
-Dos, contestó el marido.
Camino del cementerio, la mujer pidió varias veces que le volvieran a permitir verlo por última vez.
Y siempre la misma pregunta y la misma respuesta.La mujer cada vez más angustiada y el marido, cada vez más enérgico:
-¿Cuántos te vas a comer?
-DOOOOS!
Al ver la mujer que su marido era capaz de llegar hasta el final, volvió a pedir llorando y gritando:
-¡Ay, dejádmelo ver por última vez!
Y, allí, al pie justo de la sepultura, la mujer, se arrodilló y desesperada, volvió a preguntar:
-¿Cuántos te comes?
-¡He dicho que DOS!, contestó el marido.
Entonces, ella le dijo:
-De acuerdo, te comerás dos.
(En aquellos tiempos, el cura y el sacristán acompañaban al difunto al cementerio, para darle el último responso allí.)
El marido, al escuchar que su mujer le freiría los dos huevos, se levantó y empezó a correr de un lado a otro, gritando:
-Dos me como, dos me como...
Y el sacristán que era cojo, decía:
-A mí no, a mí no...
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