1-Cogíamos una espiga, la partíamos en dos, le colocábamos la parte de arriba y así , otra vez entera, nos la poníamos y sujetábamos entre los dedos corazón y anular, con la palma de la mano hacia arriba, y a la vez que nos dábamos una palmada sobre la mano que sujetaba la espiga, preguntábamos a la niña que en ese momento tenía el turno:
martes, 18 de mayo de 2010
JUEGO CON ESPIGAS
1-Cogíamos una espiga, la partíamos en dos, le colocábamos la parte de arriba y así , otra vez entera, nos la poníamos y sujetábamos entre los dedos corazón y anular, con la palma de la mano hacia arriba, y a la vez que nos dábamos una palmada sobre la mano que sujetaba la espiga, preguntábamos a la niña que en ese momento tenía el turno:
viernes, 7 de mayo de 2010
Creo que nunca supe el título del siguiente cuento, así que le llamaré:
CUENTO DE LA LUNA
Érase una vez una niña a la que su madre mandó a la tienda a comprar una bobina de hilo negro. Por el camino, la luna que ya había aparecido en el cielo, aunque aún era de día, le preguntó:
_ ¿Dónde vas, niña?
_Mi madre me ha mandado comprar una bobina negra. (contestó )
_Ah, pues yo necesito ese color. Cuando vuelvas me das ¡ que no se te olvide, porque si no, iré esta noche a tu casa!
_ No, no se me olvidará, señora luna (dijo )
Pero la niña se entretuvo jugando con sus amigas, después de comprar el hilo, y no se acordó de darle un poco a la luna.
Cuando llegó a su casa, se lo contó a su madre y ésta le comentó que eran tonterias. La niña, le pidió volver a salir, pero la madre le dijo que era muy tarde y que ya había jugado bastante.
La niña no estaba tranquila, así que cuando se acostó, le pidió a su madre que se quedara un ratito con ella. La madre aceptó y, de pronto, cuando la niña estaba a punto de quedarse dormida, sonaron unos golpes fuertes en la puerta: ¡ POM, POM, POM...!
La niña, se asustó, se sentó de golpe en la cama y se agarró a su madre con fuerza, diciendo:
_ ¡Ay, mamaíta mía, mía, mía ! ¿ Quién será?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_*No me voy, que en la puerta de la calle estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el zaguán estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía ! ¿ Quién será ?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que subiendo las escaleras estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el tercer escalón estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el descansillo de la escalera estoy.
_Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que el último escalón estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy que en la puerta de la habitación estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en los pies de la cama estoy.
¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿Quién será ?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que debajo de la cama estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que junto a tu madre estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿Quién será?
_Calla, paloma mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que...agarrándote los pelos estoy.
*Cuando habla la luna, la voz se hacía lenta y siniestra.
(Al contarlo, el narrador solía cambiar los distintos sitios de la casa por donde pasa la luna. Así, el niño, nunca sabía en qué momento terminaba el cuento y eso hacía crecer el suspense.)
Era un cuento en el pasábamos mucho miedo, pero a la vez nos gustaba.