viernes, 26 de noviembre de 2010

EL CONEJO DE LA SUERTE

Jugábamos niños y niñas formando un corro.Se extendía la mano derecha con la palma hacia arriba y se ponía sobre la izquierda, también extendida, de la persona que teníamos a nuestra derecha.

El juego consistía en dar una palmada con nuestra mano derecha a la mano de la persona tenía la suya sobre nuestra izquierda, mientras se decía la siguiente retahila:

-Ahí va el conejo de la suerte,
haciendo reverencia,
con su cara de inocencia.
Tú besarás al niño o a la niña
que te guste más.

La condición del juego era que si le tocaba a un niño, tenía que besar a una niña y si le tocaba a una niña, el beso tenía que dárselo a un niño.Lo que no tengo muy claro es si el juego lo reanudaba el que daba el beso o el que lo recibía.

Recuerdo que con aquel juego, a más de uno se nos ponía la cara "colorá", y por supuesto, los besos eran apenas un roce rápido en la mejilla, al menos por parte de las niñas.

1 comentario:

  1. a mi también se me ponía la cara colorá en aquella edad del pavo y jugando al conejo de la suerte.
    MaribelFC

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