CARACOL, COL, COL:
Esta canción se la cantábamos, una y otra vez, a un caracol, cuando lo veíamos después de haber llovido y había salido el sol.
Caracol,col, col,
saca los cuernos al sol
que tu padre y tu madre,
también los sacó,
caracol,col, col
viernes, 5 de diciembre de 2014
miércoles, 29 de octubre de 2014
A JUÍ, A JUÍ, QUE VIENE LA GUARDIA CIVIL!.
Es un juego similar al escondite.
Hacíamos un corro, alrededor del que "la quedaba". y cuando decía la frase: A juí, a juí que viene la guardia civil, salíamos todos corriendo a escondernos.Cuando encontraba a uno de nosotros, este era el que "la quedaba", y volvíamos a empezar.
Es un juego similar al escondite.
Hacíamos un corro, alrededor del que "la quedaba". y cuando decía la frase: A juí, a juí que viene la guardia civil, salíamos todos corriendo a escondernos.Cuando encontraba a uno de nosotros, este era el que "la quedaba", y volvíamos a empezar.
viernes, 17 de octubre de 2014
El juego de hoy, consistía en hacer dos hileras de niños, una enfrente de la otra.Creo que he leído por ahí que se llaman "de pasillo".Cuando empezaba la canción, uno de nosotros, normalmente niña en aquellos tiempos,comenzaba a pasear de forma rápida y con las manos en la cintura, de arriba a abajo, entre las dos hileras.Al decir en la canción, el nombre de Pepe,cogía del brazo a quien hubiera elegido y seguían las dos, agarradas del brazo hasta el final de la canción.En este momento, se quedaba la elegida, la otra salía y se incorporaba a los demás para seguir el juego, cantando:
En esta esquina
hay un charco,
de agua fría
de haber llovido.
Son las lágrimas de una fea
que el novio no la ha querido.
Pepe, del alma, vámonos
a la ribera ¿por qué no?.
Coge la burra cañonera,
coge la burra y vámonos.
Estas dos que van bailando,
una más alta que otra.
Una parece una flor
y otra parece una rosa.
En esta esquina
hay un charco,
de agua fría
de haber llovido.
Son las lágrimas de una fea
que el novio no la ha querido.
Pepe, del alma, vámonos
a la ribera ¿por qué no?.
Coge la burra cañonera,
coge la burra y vámonos.
Estas dos que van bailando,
una más alta que otra.
Una parece una flor
y otra parece una rosa.
domingo, 21 de septiembre de 2014
QUE LLUEVA
Como el día está lluvioso, escribo hoy esta canción
Esto lo cantábamos cuando estábamos en la calle jugando y se ponía a llover.Normalmente, cuando terminábamos de cantar las dos estrofas, volvíamos a empezar:
Que llueva, que llueva,
la virgen de la Cueva,
los pajarillos cantan,
las nubes se levantan.
Que sí,
que no,
que caiga un chaparrón
en medio la estación,
que rompa los cristales
y los míos no
Como el día está lluvioso, escribo hoy esta canción
Esto lo cantábamos cuando estábamos en la calle jugando y se ponía a llover.Normalmente, cuando terminábamos de cantar las dos estrofas, volvíamos a empezar:
Que llueva, que llueva,
la virgen de la Cueva,
los pajarillos cantan,
las nubes se levantan.
Que sí,
que no,
que caiga un chaparrón
en medio la estación,
que rompa los cristales
y los míos no
sábado, 6 de septiembre de 2014
AL JUEGO CHIRIMBOLO
Hacíamos un corro, nos dábamos las manos y en las dos primeras líneas de la canción, dábamos vueltas.A partir de ahí, nos parábamos y adelantábamos hacia delante, la parte del cuerpo que decíamos.Volvíamos a cogernos de las manos y vuelta a empezar:
Al juego chirimbolo
que bonito es,
Un pie, otro pie,
una mano, otra mano,
un codo, otro codo.
Al juego chirimbolo...
Hacíamos un corro, nos dábamos las manos y en las dos primeras líneas de la canción, dábamos vueltas.A partir de ahí, nos parábamos y adelantábamos hacia delante, la parte del cuerpo que decíamos.Volvíamos a cogernos de las manos y vuelta a empezar:
Al juego chirimbolo
que bonito es,
Un pie, otro pie,
una mano, otra mano,
un codo, otro codo.
Al juego chirimbolo...
domingo, 10 de agosto de 2014
PALOMITA BLANCA
Es una canción que va acompañada de un juego que consiste en hacer una fila de dos niños, nos dábamos las manos y levantábamos los brazos para formar un arco, menos la última pareja que era la primera que pasaba debajo del arco, que entre todos habíamos formado.Esta pareja se ponía en primera posición, levantaba sus brazos y la pareja que había quedado la última, hacía lo mismo.No era necesario que llegara la última pareja a la primera posición para que saliera la siguiente.Si la fila era muy larga, podía, perfectamente, haber varias parejas debajo del arco.Cuando terminaba la canción, empezábamos de nuevo:
Palomita blanca,
detente molino.
Ábreme la puerta
que voy de camino.
Ábremela bien
que voy a Belén.
Ábremela más
que voy a volar.
Es una canción que va acompañada de un juego que consiste en hacer una fila de dos niños, nos dábamos las manos y levantábamos los brazos para formar un arco, menos la última pareja que era la primera que pasaba debajo del arco, que entre todos habíamos formado.Esta pareja se ponía en primera posición, levantaba sus brazos y la pareja que había quedado la última, hacía lo mismo.No era necesario que llegara la última pareja a la primera posición para que saliera la siguiente.Si la fila era muy larga, podía, perfectamente, haber varias parejas debajo del arco.Cuando terminaba la canción, empezábamos de nuevo:
Palomita blanca,
detente molino.
Ábreme la puerta
que voy de camino.
Ábremela bien
que voy a Belén.
Ábremela más
que voy a volar.
domingo, 3 de agosto de 2014
MISIONEROS IV
Con esta canción termino las dedicadas a los misioneros que estuvieron por aquí por los años 60.Esta no la conocía y me la dio Juan "El Jabita", un día, que, como más o menos, es de mi edad, le pregunté si se acordaba de la fecha en que los misioneros nos visitaron.Yo solo recuerdo haberlos visto una vez, pero Juan me dijo que fueron más.
Adiós, padres misioneros,
adiós, misiones sagradas.
Nunca los olvidaremos,
aunque ustedes se vayan.
Diez días, de bendiciones,
Diez días, llenos de gracia,
que nos regaló El Señor
para limpiar nuestras almas.
Con esta canción termino las dedicadas a los misioneros que estuvieron por aquí por los años 60.Esta no la conocía y me la dio Juan "El Jabita", un día, que, como más o menos, es de mi edad, le pregunté si se acordaba de la fecha en que los misioneros nos visitaron.Yo solo recuerdo haberlos visto una vez, pero Juan me dijo que fueron más.
Adiós, padres misioneros,
adiós, misiones sagradas.
Nunca los olvidaremos,
aunque ustedes se vayan.
Diez días, de bendiciones,
Diez días, llenos de gracia,
que nos regaló El Señor
para limpiar nuestras almas.
viernes, 18 de julio de 2014
MISIONEROS III
De once perros que tenía,
uno lo pilló el exprés;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que diez.
De los diez que me quedaban,
uno se marchó a la nieve;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que nueve.
De los nueve que quedaban,
uno se tragó un bizcocho;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que ocho.
De los ocho que quedaban,
uno lo mató un cohete;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que siete.
De los siete que quedaban,
uno se lo llevó el rey;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que seis.
De los seis que me quedaban,
uno se mató de un brinco;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que cinco.
de los cinco que quedaban,
uno lo mató un zapato;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que cuatro.
De los cuatro que quedaban,
uno lo pilló el tren;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que tres.
De los tres que me quedaban,
uno se lo llevó Dios;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que dos.
De los dos que me quedaban,
uno se metió a tuno;
no me queda, no me queda,
no me queda más que uno.
Y ese uno que quedaba,
también se lo llevó Dios;
ya no queda, ya no queda,
ya no queda más que yo.
Pero yo que no soy perro
y tengo un alma inmortal;
algún día me veréis
con el Padre Celestial.( Se repite una vez mas los dos últimos versos).
De once perros que tenía,
uno lo pilló el exprés;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que diez.
De los diez que me quedaban,
uno se marchó a la nieve;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que nueve.
De los nueve que quedaban,
uno se tragó un bizcocho;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que ocho.
De los ocho que quedaban,
uno lo mató un cohete;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que siete.
De los siete que quedaban,
uno se lo llevó el rey;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que seis.
De los seis que me quedaban,
uno se mató de un brinco;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que cinco.
de los cinco que quedaban,
uno lo mató un zapato;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que cuatro.
De los cuatro que quedaban,
uno lo pilló el tren;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que tres.
De los tres que me quedaban,
uno se lo llevó Dios;
no me quedan, no me quedan,
no me quedan más que dos.
De los dos que me quedaban,
uno se metió a tuno;
no me queda, no me queda,
no me queda más que uno.
Y ese uno que quedaba,
también se lo llevó Dios;
ya no queda, ya no queda,
ya no queda más que yo.
Pero yo que no soy perro
y tengo un alma inmortal;
algún día me veréis
con el Padre Celestial.( Se repite una vez mas los dos últimos versos).
miércoles, 2 de julio de 2014
sábado, 14 de junio de 2014
CANCIONES DE MISIONEROS
Aunque he intentado saber exactamente la fecha concreta, nadie me la ha sabido decir, pero coincidimos en que fue a finales de 1950 y principios de 1960.En esa época, llegaron unos misioneros, creo recordar que eran cuatro.Solo me ha quedado la imagen de que iban por el pueblo cantando, de forma jovial, con sus sotanas negras, acompañados siempre de muchos niños, pero sí recuerdo tres canciones que nos enseñaron, como si las estuviéramos cantando ahora mismo .Las canciones, supongo que para hacerlas más amenas a los niños, iban acompañadas de palmas o mímica.En la siguiente, cada vez que decíamos la palabra: rataplán, la acompañábamos de tres palmadas, tantas como sílabas tiene.Cuando terminábamos las dos estrofas, volvíamos a empezar.Recuerdo también que esta canción la cantábamos con fuerza y a voz en grito.
MISIONEROS I
Vienen los padres, rataplán,
los misioneros, rataplán,
los enviados por El Señor, rataplán.
Vienen los padres,
los misioneros,
los enviados por El Señor, rataplán, rataplán.
Aunque he intentado saber exactamente la fecha concreta, nadie me la ha sabido decir, pero coincidimos en que fue a finales de 1950 y principios de 1960.En esa época, llegaron unos misioneros, creo recordar que eran cuatro.Solo me ha quedado la imagen de que iban por el pueblo cantando, de forma jovial, con sus sotanas negras, acompañados siempre de muchos niños, pero sí recuerdo tres canciones que nos enseñaron, como si las estuviéramos cantando ahora mismo .Las canciones, supongo que para hacerlas más amenas a los niños, iban acompañadas de palmas o mímica.En la siguiente, cada vez que decíamos la palabra: rataplán, la acompañábamos de tres palmadas, tantas como sílabas tiene.Cuando terminábamos las dos estrofas, volvíamos a empezar.Recuerdo también que esta canción la cantábamos con fuerza y a voz en grito.
MISIONEROS I
Vienen los padres, rataplán,
los misioneros, rataplán,
los enviados por El Señor, rataplán.
Vienen los padres,
los misioneros,
los enviados por El Señor, rataplán, rataplán.
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