martes, 23 de febrero de 2010

EL HOMBRE DEL SACO


En mis tiempos, los niños pasábamos muchas horas jugando en la calle y , con vuestro permiso, voy a empezar este blog, narrando un cuento que nos contaban para que no confiáramos en desconocidos. Podríamos titularlo: El hombre del saco.
Hace mucho tiempo, en un pueblo, un grupo de niños salía del colegio como todas las tardes, y como todas las tardes llegaban a casa, cogían la merienda y salían corriendo con ella, dándole grandes bocados, por lo que el pan con la onza de chocolate, el pan con aceite y azúcar, la papocha o el pan con manteca se acababa pronto, porque había hambre y porque había que empezar a jugar .
Antes de que los niños salieran, se habían oído de boca de sus padres , las mismas advertencias:
- ¡No vengas tarde !
- ¡ No te vayas lejos !
- ¡ Vente a casa antes de que sea de noche!
- ¡ No te pares con nadie que no conozcas ! etc, etc, etc.
Los niños, en la emoción del juego, se olvidaron de todas las advertencias. Cada vez se alejaban más de casa. El último juego fue " el escondite ". Estaba ya casi anocheciendo. Tras un rato grande, porque habían escogido buenos escondites, el juego terminó y decidieron volver a casa, ya que era totalmente de noche. De pronto se dieron cuenta de que faltaba uno de ellos. Nadie lo había visto y comenzaron a llamarlo. LLamaron una y otra vez, pero nada. Sintieron miedo y decidieron avisar a sus padres. Muchos habían salido ya a buscar a sus hijos y los llamaban a grito. Todos los niños recibieron una sonora riña y algunos, unos alpargatazos en el culo. Como otras veces, aquí hubiera acabado todo, pero esta noche no había regresado un niño y tenían que buscarlo.
Primero fueron sus propios padres los que decían su nombre a voces, después los otros padres y los niños. Al oir tal alboroto, las puertas de las casas del pueblo se fueron abriendo y todo el mundo se sumó a la búsqueda.
Después de muchas horas, el niño no aparecía. Sus padres estaban deshechos y los niños no salían a jugar; estaban tristes ycabizbajos.
Los padres salían a buscarlo todos los días y una tarde vieron como alguien se acercaba por el camino.¡ Era su hijo ! Caminaba con dificultad, estaba muy delgado y sucio. Sus padres lo abrazaron y él contó que un hombre con un saco lo cogió y se lo llevó cuando jugaba con sus amigos.Dijo también que el hombre lo había tratado muy mal, pero que al final pudo escaparse.
Desde entonces, los niños de aquel pueblo, nunca más volvieron a desobedecer a sus padres .
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

1 comentario:

  1. Desde luego que esa historia me la contaba mi abuela y siempre nos metía miedo de pequeñas con el hombre del saco y yo que era una cagona salía llorando en busca de mi madre lo recuerdo perfectamente.

    ResponderEliminar